Documento de consenso aprobado por la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud que recuerda que está demostrado que el consumo de tabaco, en cualquiera de sus formas, empeora el curso de las enfermedades respiratorias y es, asimismo, un importante factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, oncológicas, así como para la diabetes, entre otras patologías. Y acerca de la relación entre fumar y la progresión de la COVID-19, señala que “la evidencia actual nos indica que fumar se asocia con su progresión negativa y con resultados adversos”, al tiempo que apunta que la OMS advierte de “una creciente evidencia de que el consumo de cigarrillos electrónicos produce efectos secundarios en los pulmones, corazón y vasos sanguíneos, y ello podría aumentar el riesgo de complicaciones severas por la COVID-19".